Capitulo 2 : Renacer.

Noto como el olor de hospital penetra por mi nariz. Como una luz me molesta en los ojos tanto hasta tal punto de que no me atrevo a abrirlos para no hacerme daño. La luz desaparece de mi rostro y escucho como la puerta se cierra, el silencio es rey y puedo percibir de que ya las enfermeras se han ido y de que ya no hay nadie en la habitación, abro los ojos lo primero que veo es la cara de Chris y al otro lado la de Andrew reflejándoseles una sonrisa en la cara, miro a Chris y se le nota que ha estado llorando tal vez tuviera miedo de que me fuera otra vez, pero esta vez para siempre. Chris me dice que si estoy bien y le digo que sí y Andrew le mira como insinuándole de que se aleje un poco, Chris se acerca más a mi e intenta darme explicaciones sobre lo que vi en el faro, pero no me vale ninguna explicación ya que en mi mente no deja  de revivir aquella imagen besando a su novia, cogiéndole de la mano, abrazándola así como solía hacer conmigo y lentamente me autodestruyo recordándolo quiero quitar esas imágenes de mi mente pero no puedo y siento que muero poco a poco.  El se da cuenta de que no le prestó atención a lo que dice y ahora deja de hablar, se sienta en el borde de la cama, se acerca más a mí, a pocos centímetros de mi cara, empieza a mirarme fijamente como si intentara decírmelo todo atreves de su mirada. Y así es del único modo en el que dejo de pensar en aquel momento del faro, perdiéndome en el color verde infinito de sus  ojos, aquellos que son capaces de transportarme a otro universo, capases de parar mi mundo, se ve que ha llorado, ya que sus ojos tienen un poco de lagrimas incluidas. Siento como se me  forma un nudo en la garganta tan incomodo, hasta tal punto que no me deja respirar bien y en mis ojos se van formando lagrimas pero intento contenerlas, debo de ser fuerte o más bien aparentarlo, se acerca me muestra su muñeca y ahí se halla un símbolo de infinito aquel día que se lo hizo que me dijo que esto simbolizaba nuestro amor, porque nada, ni nadie podría separarnos.  Ahora de sus labios puedo escuchar que dice  “Perdón” y lo segundo que dice que me queda sonando como eco  es “Te amo “. No puedo contenerme  dejo de mirarle, miro hacia abajo y me sale una lagrima, noto como su mano se acerca me seca aquellas gotas que acaban de caer por mis mejillas, me vuelve a mirar fijamente, y empieza a  acerca sus labios a los míos y me besa, nos besamos con la mayor ternura posible, y su beso me transmite un amor fuerte, aquel amor que yo creía que ya había fallecido.